Pero no te preocupes, todo tiene solución en esta vida:
Aves: una vez cocinadas a baja temperatura, tenemos dos opciones:
- Consumirlas inmediatamente. No hay problema si se cocinan para su consumo en el momento
- Pasteurizarlas. No te preocupes, es sencillo, basta con sumergirlas, nada más terminar la cocción en un bol con hielos durante unos 5 minutos. Una vez hecho, y sin sacar de su envase, aguantarán hasta tres días en el frigorífico o pueden congelarse.
Resto de carnes: Aunque no presenten tantos problemas como las aves, debes tomar las mismas precauciones si no vas a consumirlas nada más hacerse.
Pescados y mariscos: El riesgo es el temido anisakis, pero tampoco debe preocuparte, pues desaparece después de 48 horas de congelación, por lo que podrás usar producto congelado o congelarlo tú mismo si lo compraste fresco.
Aunque no sea el tema de esta entrada, recordarte que un alimento que ha sido congelado crudo puede volverse a congelar una vez cocinado. Es decir, un filete de merluza congelado, por ejemplo, no debe volverse a congelar, pero si preparamos un guiso, lo asamos, lo cocinamos a baja temperatura, etc., sí podemos congelarlo de nuevo.
La mejor manera de descongelar los alimentos ya preparados a baja temperatura (y en general, todos) será la de ponerlos a descongelar poco a poco en el frigorífico el día antes (puedes tenerlos en el exterior unas horas al principio y luego dejar en el frigorífico). Este método es mejor que el agua caliente (lo que harás si tienes prisa) o el microondas, donde es probable que pierdan jugos y se resequen por mucho que tengas cuidado con la potencia. Eso sí, para descongelar en el frigorífico o agua, no lo saques de su envase al vacío, pero, en el caso del microondas, perfora el envase o saca los alimentos antes de descongelarlo.
La mejor manera de descongelar los alimentos ya preparados a baja temperatura (y en general, todos) será la de ponerlos a descongelar poco a poco en el frigorífico el día antes (puedes tenerlos en el exterior unas horas al principio y luego dejar en el frigorífico). Este método es mejor que el agua caliente (lo que harás si tienes prisa) o el microondas, donde es probable que pierdan jugos y se resequen por mucho que tengas cuidado con la potencia. Eso sí, para descongelar en el frigorífico o agua, no lo saques de su envase al vacío, pero, en el caso del microondas, perfora el envase o saca los alimentos antes de descongelarlo.
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